jueves, 9 de agosto de 2018

Sin ir más lejos


Querido Lord Baley,


Caímos en la desesperanza absoluta del recuerdo cuando no a gusto con precipitarnos sobre el abismo de la soledad, escarbamos más si cabe en un olvido que imaginamos seguro, en la indigencia afectiva, mendigando afectos a falta de una querencia propia de la que nunca tuvimos noticia.

Y jamás pudimos sospechar la victoria en una batalla en la que nunca luchamos, quedando por derecho circunspectos, y haciendo acopio, por su orden, de incredulidad, renuncia y discos de Adele.


Sin otro particular,

Casey Rossfield.


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